El Valle de Calamuchita se encuentra en la ecorregión del Chaco Serrano, un ambiente de gran biodiversidad y relevancia ecosistémica.
Las formas de vida modernas impactan sobre
este ambiente modificando radicalmente el paisaje y alterando sus funciones ambientales.
Para poder garantizar el acceso a los bienes comunes como suelos fértiles, semilla, aire de
calidad y del agua a las futuras generaciones es urgente emprender acciones para la
restauración ecosistémica.
De allí la necesidad de comprender y valorar el lugar donde vivimos, su importancia en la
provisión de agua a territorios “río abajo”, su biodiversidad, así como atender la fragilidad
de este ambiente.
Es prioritario proteger las áreas críticas como cabeceras de cuenca (sitios donde nace el
agua), y las zonas bosque nativo. Pero para revertir la degradación ambiental es necesario
crear otras lógicas de apropiación territorial, donde el ordenamiento social y las formas de
habitar, se acoplen a las particularidades del ecosistema serrano.